Apuntes para la salud.

La salud es el bien más importante de la vida, si la tienes, conservala; si no la tienes, lucha por ella.
En estos apuntes encontrará mucho de lo que debe saber en caso de una urgencia; pero no pretende sustituir a ningún programa oficial, ni al médico, ni al enfermero... solo ayudar a conservar la salud.

miércoles, 21 de abril de 2010

Tuberculosis.

Tema VI.-Tuberculosis.

El Grupo Asesor del Programa de Tuberculosis de la OMS ha declarado que la tuberculosis constituye una emergencia de salud para el mundo. (Londres 23 de Abril de 1.993),

La tuberculosis es una enfermedad muy antigua. Se han encontrado huellas de tuberculosis en restos óseos humanos del Neolítico y se han conseguido teñir bacilos ácido alcohol resistentes momificados en restos humanos incas. El auge en Europa llegó a finales del siglo XVIII con la inmigración masiva del campo a la ciudad.

Actualmente en España el número de afectados va aumentando cada año, a pesar de que hay más de 15 millones de individuos vacunados con BCG que pueden interferir en la propagación.

Las manifestaciones clínicas de la tuberculosis son la expresión última del conflicto entre el agente causal y el organismo que reacciona ante su agresión. Este hecho básico obliga a revisar, en primer lugar, la cadena epidemiológica que, como cualquier enfermedad infecciosa, comprende el agente causal, el reservorio, las fuentes de infección, el mecanismo de transmisión y el huésped o sujeto sano susceptible. Su conocimiento es de suma importancia para la adopción de las medidas preventivas adecuadas para el control de la enfermedad.

El agente causal es un complejo que puede producir tuberculosis en el hombre: son el Mycobacterium tuberculosis, el M. africanun y el M. bovis con su variedad BCG o bacilo vacunal.

Son bacilos aerobios, inmóviles, con una membrana lípida que los protege de muchos agentes químicos y que les confiere la ácido alcohol resistencia, base del método de tinción.

En cambio son muy sensibles a la luz solar, al calor y a la desecación. Se multiplican muy lentamente, entre 14 y 24 horas. Su crecimiento necesita la presencia de oxígeno y depende del valor del pH del medio donde crece.

Reservorio y fuente de infección.

Diversos animales, especialmente los bóvidos, pueden actuar de reservorios del bacilo, pero es el hombre el principal. El individuo infectado puede transformarse en enfermo y llegar a constituirse en fuente de infección.

La fuente de infección de mayor interés son los enfermos de tuberculosis pulmonar que eliminan bacilos con sus esputos.

Mecanismo de transmisión.

El mecanismo de transmisión más importante es por vía aérea, de persona a persona. El enfermo de tuberculosis pulmonar con cavernas o lesiones en comunicación con las vías aéreas, con los movimientos espiratorios (hablar, reír, cantar, estornudar y sobre todo, la tos, casi siempre presente en estos enfermos) expulsa partículas de secreciones respiratorias al medio ambiente.

Estas partículas pueden precipitar y depositarse en el suelo y objetos, donde el bacilo vive cierto tiempo y desde donde se puede incorporar al aire ambiental. También pueden ser inhaladas y eliminadas por los mecanismos de defensa del aparato respiratorio o deglutidas. Pero las partículas más pequeñas pierden parte de su contenido acuoso por evaporación, quedando unos núcleos goticulares que contienen de uno a tres bacilos por unidad, y que forman un aerosol contaminante que se mantienen en suspensión en el ambiente largos períodos de tiempo, dispersandose por la habitación y por los circuitos de ventilación.

Cuando estos núcleos goticulares son inspirados, llegan hasta el alvéolo, donde los bacilos se implantan.

Se deduce que la limpieza húmeda (para no levantar polvo) y la ventilación directa son unas eficaces medidas contra la transmisión del bacilo, pues disminuyen y diluyen el número de bacilos en el ambiente. Otra vía de transmisión es la digestiva.

Factores que inciden en los contactos.
La proximidad física al foco; el tiempo de exposición al contagio: la convivencia durante un tiempo superior a quince días y las exposiciones prolongadas suponen un riesgo muy importante; la edad del contacto; la mayor susceptibilidad a la infección es en los primeros años de la vida.

Factores ambientales.
Favorecen el contagio: compartir con el enfermo un espacio reducido y/o mal ventilado; a) actividades laborales en espacios reducidos o cerrados; proximidad física; hacinamientos, o de tipo profesional, etc., etc.

El huésped o sujeto sano susceptible.
En tuberculosis, ni todo individuo expuesto se infecta ni todo individuo infectado enferma. En términos generales, aproximadamente el 50% de los individuos expuestos a una fuente de contagio se infectan.
Del 10 al 15% enferman, la mitad lo hacen precozmente, en meses o en pocos años tras la primoinfección; son las llamadas tuberculosis primarias. La otra mitad de los casos enferman muchos años después de haber sido infectados, produciendo la tuberculosis de reactivación endógena. También los individuos ya infectados pueden enfermar, aunque raramente, por infecciones posteriores, la llamada reinfección exógena.

Factores ambientales.
Son difíciles de individualizar, pues actúan conjuntamente. Por ejemplo; mala vivienda, déficit económico, trabajo físico intenso, hábitos tóxicos, desnutrición, estrés, etc.

Factores tóxicos.

La asociación de la tuberculosis con el alcoholismo y el tabaquismo, que se suelen asociar a otras circunstancias que favorecen la tuberculosis; marginación social, abandono de la higiene, etc. Destaca sobre todos, por ser un factor de alto riesgo, el consumo de drogas por vía parenteral incluso considerado independientemente de su frecuente asociación a la infección VIH.

Factores inmunológicos y situaciones que deprimen la inmunidad del huésped, de modo transitorio o permanente.
Como enfermedades infecciosas, siendo los factores más importantes de riesgo de tuberculosis, el SIDA y las infecciones por VIH u otras enfermedades (diabetes, silicosis, linfomas, neoplasias) o (tratamientos antitumorales, diálisis, trasplantes, radiaciones, by pass intestinal, gastrectomía), etc.
Como puede desprenderse de lo dicho anteriormente, la vacunación, la higiene, la nutrición y los buenos hábitos son condiciones necesarias para conservar la salud, y por el contrario, una falta de higiene, una mala alimentación, excesos físicos, hábitos alcohólicos, cigarros y drogas, son factores que pueden conducir a esa enfermedad.
Cuando un individuo ha enfermado, deben extremarse las medidas de higiene, nutrición, tratamientos farmacológicos, ventilación de la habitación, limpieza de ésta con paños húmedos, tomar sol, además del control médico y analítico apropiado.

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