Apuntes para la salud. Obesidad y sobrepeso.
La salud es el bien más importante de la vida, si la tienes, consérvala; si no la tienes, lucha por ella.
En estos apuntes encontrará mucho de lo que debe saber en caso de una urgencia; pero no pretende sustituir a ningún programa oficial, ni al médico, ni al enfermero... solo ayudar a conservar la salud.
Un adulto con mediana actividad consume unas tres mil calorías al día; si come 4.000, se acumularán 1.000 en forma de grasa.
La importancia de comer para vivir, y No, vivir para comer.
Debemos comer de todo. Todo es necesario: carne, pescado legumbres, frutos frescos y secos (cada uno tiene diferentes propiedades).
Las frutas y verduras frescas tienen mucha agua, sales (calcio, hierro, fósforo y otros minerales) además de vitaminas. Si la tomamos al comienzo de la comida, reducimos la capacidad del estómago y nos saciaremos, y comeremos menos carne, pescado, (proteínas) y papas, yuca, ñame, batata, (féculas) así como: pan, arepas, gofio, dulces, etc. ,
Comer primero frutas y verduras, (ensaladas) tomar agua y jugo de tomate maduro (bien maduro) éste favorece la digestión además de eliminar muchas grasas indeseables.
Cuando coma carne, condimentar con limón, que también corta las grasas
Hacer tres comidas, principales
Por la tarde un té con galletas de soda. (el té verde previene el cáncer) (no sobrepasar el número de calorías tomadas, del número de calorías consumidas).
Datos sobre la obesidad y el sobrepeso
Los últimos cálculos de la OMS indican que en 2005 había en todo el mundo:
Aproximadamente 1600 millones de adultos (mayores de 15 años) con sobrepeso.
Al menos 400 millones de adultos obesos.
Además, la OMS calcula que en 2015 habrá aproximadamente 2300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones con obesidad.
En 2005 había en todo el mundo al menos 20 millones de menores de 5 años con sobrepeso.
Aunque antes se consideraba un problema exclusivo de los países de altos ingresos, el sobrepeso y la obesidad están aumentando espectacularmente en los países de ingresos bajos y medios, sobre todo en el medio urbano.
¿Cuáles son las causas de la obesidad y el sobrepeso?
La causa fundamental de la obesidad y el sobrepeso es un desequilibrio entre el ingreso y el gasto de calorías. El aumento mundial del sobrepeso y la obesidad es atribuible a varios factores, entre los que se encuentran:
La modificación mundial de la dieta, con una tendencia al aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes.
La tendencia a la disminución de la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchos trabajos, a los cambios en los medios de transporte y a la creciente urbanización.
El ordenador , móviles, y otro aparatos de juegos, paralizan a la juventud y la hace sedentaria, causa muy común de la obesidad y sobrepeso.
¿Cuáles son las repercusiones frecuentes del sobrepeso y la obesidad en la salud?
El sobrepeso y la obesidad tienen graves consecuencias para la salud.
El riesgo aumenta progresivamente a medida que lo hace el IMC. El IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades crónicas, tales como:
Las enfermedades cardiovasculares (especialmente las cardiopatías y los accidentes vasculares cerebrales), que ya constituyen la principal causa de muerte en todo el mundo, con 17 millones de muertes anuales.
La diabetes, que se ha transformado rápidamente en una epidemia mundial. La OMS calcula que las muertes por diabetes aumentarán en todo el mundo en más de un 50% en los próximos 10 años.
Las enfermedades del aparato locomotor, y en particular la artrosis.
Algunos cánceres, como los de endometrio, mama y colon.
La obesidad infantil se asocia a una mayor probabilidad de muerte prematura y discapacidad en la edad adulta.
Muchos países de ingresos bajos y medios se enfrentan en la actualidad a una doble carga de morbilidad:
Siguen teniendo el problema de las enfermedades infecciosas y la subnutrición, pero al mismo tiempo están sufriendo un rápido aumento de los factores de riesgo de las enfermedades crónicas, tales como el sobrepeso y la obesidad, sobre todo en el medio urbano.
No es raro que la subnutrición y la obesidad coexistan en un mismo país, una misma comunidad e incluso un mismo hogar.
Esta doble carga de morbilidad es causada por una nutrición inadecuada durante el periodo prenatal, la lactancia y la primera infancia, seguida del consumo de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y con escasos micronutrientes, combinada con la falta de actividad física.
¿Cómo reducir la carga de obesidad y sobrepeso?
La obesidad, el sobrepeso y las enfermedades relacionadas con ellos son en gran medida evitables.
A nivel individual, las personas pueden:
Lograr un equilibrio energético y un peso normal.
Reducir la ingesta de calorías procedentes de las grasas y cambiar del consumo de grasas saturadas al de grasas insaturadas.
Aumentar el consumo de frutas y verduras, legumbres, granos integrales y frutos secos.
Reducir la ingesta de azúcares.
Aumentar la actividad física (al menos 30 minutos de actividad física regular, de intensidad moderada, la mayoría de los días). Para reducir el peso puede ser necesaria una mayor actividad. Trabajar en lo que sea, a ser posible, productivo.
La puesta en práctica de estas recomendaciones requiere un compromiso político sostenido y la colaboración de muchos interesados, tanto públicos como privados.
Los gobiernos, los asociados internacionales, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado tienen funciones fundamentales que desempeñar en la creación de ambientes sanos y en hacer asequibles y accesibles alternativas dietéticas más saludables. Esto es especialmente importante para los sectores más vulnerables de la sociedad (los pobres y los niños), cuyas opciones con respecto a los alimentos que consumen y a los entornos en los que viven son más limitadas. Pero, no esperemos que los demás nos hagan lo que deseamos, hay que poner algo de nuestra parte. Tomar iniciativas y emprenderlas, alguien nos seguirá, y obtendremos ayuda.
Las iniciativas de la industria alimentaria para reducir el tamaño de las raciones y el contenido de grasas, azúcares y sal de los alimentos procesados, incrementar la introducción de alternativas innovadoras, saludables y nutritivas, y reformular las actuales prácticas de mercado podrían acelerar los beneficios sanitarios en todo el mundo.
La estrategia de la OMS para prevenir el sobrepeso y la obesidad
La Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, adoptada por la Asamblea de la Salud en 2004, describe las acciones necesarias para apoyar la adopción de dietas saludables y una actividad física regular. La Estrategia pide a todas las partes interesadas que actúen a nivel mundial, regional y local, y tiene por objetivo lograr una reducción significativa de la prevalencia de las enfermedades crónicas y de sus factores de riesgo comunes, y en particular de las dietas poco saludables y de la inactividad física. Iniciar en las Escuelas.
La labor de la OMS en materia de dieta y actividad física es parte del marco general de prevención y control de las enfermedades crónicas que tiene el Departamento de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud, cuyos objetivos estratégicos consisten en: fomentar la promoción de la salud y la prevención y control de las enfermedades crónicas; promover la salud, especialmente entre las poblaciones pobres y desfavorecidas; frenar e invertir las tendencias desfavorables de los factores de riesgo comunes de las enfermedades crónicas, y prevenir las muertes prematuras y las discapacidades evitables debidas a las principales enfermedades crónicas.
Esta labor es complementada por la del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo, cuyos objetivos estratégicos consisten en fomentar el consumo de dietas saludables y mejorar el estado nutricional de la población a lo largo de toda la vida, especialmente entre los más vulnerables, para lo cual proporciona apoyo a los países para que elaboren y apliquen programas y políticas nacionales intersectoriales de alimentación y nutrición que permitan hacer frente a la doble carga de enfermedades relacionadas con la nutrición y contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Observación importante; muchos alimentos para los animales contienen antibióticos.
¿Está claro que el efecto de la carne procedente de esos animales alimentados con esos piensos con antibióticos, no influyen en la obesidad?.
Publicado por Isidro Jesús Cedrés González en 08:57
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Etiquetas: Sobrepeso y Obesidad.
sábado 22 de enero de 2011
Obesidad y sobrepeso.
Mi opinión es educar desde la más tierna edad.
La vida comienza hoy.
Ayer, ya pasó.
Isidro Jesús.
DEJA TU HUELLA,. TU COMENTARIO ES COMBUSTIBLE PARA MI PLUMA. GRACIAS.
Más sobre Obesidad tomado de Google.
Un
adulto con mediana actividad consume unas tres mil calorías al día; si
come 4.000, se acumularán 1.000 en forma de grasa.
La importancia de comer para vivir, No vivir para comer.
Debemos comer de todo, Todo es necesario: carne, pescado legumbres, frutos frescos y secos (cada uno tiene diferentes propiedades).
Las frutas y verduras frescas tienen mucha agua, sales (calcio, hierro, fósforo y otros minerales) además de vitaminas. Si la tomamos al comienzo de la comida, reducimos la capacidad del estómago y nos saciaremos, y comeremos menos carne, pescado, (proteínas) y papas, yuca, ñame, (féculas) así como: pan, arepas, gofio, dulces, etc. ,
Para aquellas personas que tienen mucho apetito.
Comer primero frutas y verduras, (ensaladas) tomar agua y jugo de tomate maduro (bien maduro) éste favorece la digestión además de eliminar muchas grasas indeseables.
Cuando coma carne, condimentar con limón, que también corta las grasas
Hacer tres comidas, principales
Por la tarde un té con galletas de soda. (el té verde previene el cáncer) (no sobrepasar el número de calorías tomadas, del número de calorías consumidas).
El valor calórico de los alimentos más comunes: (Tomado de Google) Buscarlo, allí.
Obesidad y sobrepeso (Tomado de Google)
La importancia de comer para vivir, No vivir para comer.
Debemos comer de todo, Todo es necesario: carne, pescado legumbres, frutos frescos y secos (cada uno tiene diferentes propiedades).
Las frutas y verduras frescas tienen mucha agua, sales (calcio, hierro, fósforo y otros minerales) además de vitaminas. Si la tomamos al comienzo de la comida, reducimos la capacidad del estómago y nos saciaremos, y comeremos menos carne, pescado, (proteínas) y papas, yuca, ñame, (féculas) así como: pan, arepas, gofio, dulces, etc. ,
Para aquellas personas que tienen mucho apetito.
Comer primero frutas y verduras, (ensaladas) tomar agua y jugo de tomate maduro (bien maduro) éste favorece la digestión además de eliminar muchas grasas indeseables.
Cuando coma carne, condimentar con limón, que también corta las grasas
Hacer tres comidas, principales
Por la tarde un té con galletas de soda. (el té verde previene el cáncer) (no sobrepasar el número de calorías tomadas, del número de calorías consumidas).
El valor calórico de los alimentos más comunes: (Tomado de Google) Buscarlo, allí.
Obesidad y sobrepeso (Tomado de Google)
Nota descriptiva N°311
¿Qué son la obesidad y el sobrepeso?
La obesidad y el sobrepeso se
definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser
perjudicial para la salud.
El índice de masa corporal
(IMC) —el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros
(kg/m2)— es una indicación simple de la relación entre el peso y la talla que
se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los
adultos, tanto a nivel individual como poblacional.
El IMC constituye la medida
poblacional más útil del sobrepeso y la obesidad, pues la forma de calcularlo
no varía en función del sexo ni de la edad en la población adulta. No obstante,
debe considerarse como una guía aproximativa, pues puede no corresponder al
mismo grado de gordura en diferentes individuos.
Los nuevos Patrones de
crecimiento infantil presentados por la
OMS en abril de 2006 incluyen tablas del IMC para lactantes y
niños de hasta 5 años. No obstante, la medición del sobrepeso y la obesidad en
niños de 5 a
14 años es difícil porque no hay una definición normalizada de la obesidad
infantil que se aplique en todo el mundo. La OMS está elaborando en la actualidad una
referencia internacional del crecimiento de los niños de edad escolar y los
adolescentes.
Datos sobre la obesidad y el sobrepeso
Los últimos cálculos de la OMS indican que en 2005 había
en todo el mundo:
·
Aproximadamente 1600 millones de adultos (mayores de 15 años) con
sobrepeso.
·
Al menos 400 millones de adultos obesos.
Además, la OMS calcula que en 2015 habrá
aproximadamente 2300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones
con obesidad.
En 2005 había en todo el mundo
al menos 20 millones de menores de 5 años con sobrepeso.
Aunque antes se consideraba un
problema exclusivo de los países de altos ingresos, el sobrepeso y la obesidad
están aumentando espectacularmente en los países de ingresos bajos y medios,
sobre todo en el medio urbano.
¿Cuáles son las causas de la obesidad y el sobrepeso?
La causa fundamental de la
obesidad y el sobrepeso es un desequilibrio entre el ingreso y el gasto de
calorías. El aumento mundial del sobrepeso y la obesidad es atribuible a varios
factores, entre los que se encuentran:
·
La modificación mundial de la dieta, con una tendencia al aumento
de la ingesta de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y azúcares, pero con
escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes.
·
La tendencia a la disminución de la actividad física debido a la
naturaleza cada vez más sedentaria de muchos trabajos, a los cambios en los
medios de transporte y a la creciente urbanización.
¿Cuáles son las repercusiones frecuentes del sobrepeso y la
obesidad en la salud?
El sobrepeso y la obesidad
tienen graves consecuencias para la salud. El riesgo aumenta progresivamente a
medida que lo hace el IMC. El IMC elevado es un importante factor de riesgo de
enfermedades crónicas, tales como:
·
Las enfermedades cardiovasculares (especialmente las cardiopatías
y los accidentes vasculares cerebrales), que ya constituyen la principal causa
de muerte en todo el mundo, con 17 millones de muertes anuales.
·
La diabetes, que se ha transformado rápidamente en una epidemia
mundial. La OMS
calcula que las muertes por diabetes aumentarán en todo el mundo en más de un
50% en los próximos 10 años.
·
Las enfermedades del aparato locomotor, y en particular la
artrosis.
·
Algunos cánceres, como los de endometrio, mama y colon.
La obesidad infantil se asocia
a una mayor probabilidad de muerte prematura y discapacidad en la edad adulta.
Muchos países de ingresos bajos
y medios se enfrentan en la actualidad a una doble carga de morbilidad:
·
Siguen teniendo el problema de las enfermedades infecciosas y la
subnutrición, pero al mismo tiempo están sufriendo un rápido aumento de los
factores de riesgo de las enfermedades crónicas, tales como el sobrepeso y la
obesidad, sobre todo en el medio urbano.
·
No es raro que la subnutrición y la obesidad coexistan en un mismo
país, una misma comunidad e incluso un mismo hogar.
·
Esta doble carga de morbilidad es causada por una nutrición
inadecuada durante el periodo prenatal, la lactancia y la primera infancia,
seguida del consumo de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y con escasos
micronutrientes, combinada con la falta de actividad física.
¿Cómo reducir la carga de obesidad y sobrepeso?
La obesidad, el sobrepeso y las
enfermedades relacionadas con ellos son en gran medida evitables.
A nivel individual, las
personas pueden:
·
Lograr un equilibrio energético y un peso normal.
·
Reducir la ingesta de calorías procedentes de las grasas y cambiar
del consumo de grasas saturadas al de grasas insaturadas.
·
Aumentar el consumo de frutas y verduras, legumbres, granos
integrales y frutos secos.
·
Reducir la ingesta de azúcares.
·
Aumentar la actividad física (al menos 30 minutos de actividad
física regular, de intensidad moderada, la mayoría de los días). Para reducir
el peso puede ser necesaria una mayor actividad.
La puesta en práctica de estas
recomendaciones requiere un compromiso político sostenido y la colaboración de
muchos interesados, tanto públicos como privados. Los gobiernos, los asociados
internacionales, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el
sector privado tienen funciones fundamentales que desempeñar en la creación de
ambientes sanos y en hacer asequibles y accesibles alternativas dietéticas más
saludables. Esto es especialmente importante para los sectores más vulnerables
de la sociedad (los pobres y los niños), cuyas opciones con respecto a los
alimentos que consumen y a los entornos en los que viven son más limitadas.
Las iniciativas de la industria
alimentaria para reducir el tamaño de las raciones y el contenido de grasas,
azúcares y sal de los alimentos procesados, incrementar la introducción de
alternativas innovadoras, saludables y nutritivas, y reformular las actuales
prácticas de mercado podrían acelerar los beneficios sanitarios en todo el
mundo.
La estrategia de la
OMS para prevenir el sobrepeso y la obesidad
La labor de la OMS en materia de dieta y
actividad física es parte del marco general de prevención y control de las
enfermedades crónicas que tiene el Departamento de Enfermedades Crónicas y
Promoción de la Salud ,
cuyos objetivos estratégicos consisten en: fomentar la promoción de la salud y
la prevención y control de las enfermedades crónicas; promover la salud,
especialmente entre las poblaciones pobres y desfavorecidas; frenar e invertir
las tendencias desfavorables de los factores de riesgo comunes de las
enfermedades crónicas, y prevenir las muertes prematuras y las discapacidades
evitables debidas a las principales enfermedades crónicas.
Esta labor es complementada por
la del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo, cuyos objetivos
estratégicos consisten en fomentar el consumo de dietas saludables y mejorar el
estado nutricional de la población a lo largo de toda la vida, especialmente
entre los más vulnerables, para lo cual proporciona apoyo a los países para que
elaboren y apliquen programas y políticas nacionales intersectoriales de
alimentación y nutrición que permitan hacer frente a la doble carga de
enfermedades relacionadas con la nutrición y contribuir a la consecución de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Las calorías y el valor energético
La
cantidad de energía que aportan los alimentos se mide en Kilocaloría. Las
necesidades energéticas se cubren fundamentalmente a través de los hidratos de
carbono y de los lípidos o grasas.
Las
necesidades energéticas de cada uno dependen del consumo diario de energía.
Este gasto tiene dos componentes:
La energía que se gasta para mantener las
funciones básicas como la respiración o el bombeo del corazón. Es la energía
basal.
La energía que se consume por la actividad
física
Es
prácticamente imposible hacer una estimación exacta del gasto energético de una
persona, sin embargo la O.M .S.
ha calculado que las necesidades energéticas diarias de una persona en edad
escolar son de 50 Kcal. por Kg. de peso. El valor energético o valor calórico
de un alimento es proporcional a la cantidad de energía que puede proporcionar
al quemarse en presencia de oxígeno. Se mide en calorías, que es la cantidad de
calor necesario para aumentar en un grado la temperatura de un gramo de agua.
Como su valor resulta muy pequeño, en dietética se toma como medida la kilocaloría
(1Kcal = 1000 calorías). A veces, y erróneamente, por cierto, a las
kilocalorías también se las llama Calorías (con mayúscula). Cuando oigamos
decir que un alimento tiene 100 Calorías, en realidad debemos interpretar que
dicho alimento tiene 100 kilocalorías por cada 100 gr. de peso. Las dietas de
los humanos adultos contienen entre 1000 y 5000 kilocalorías por día.
Para conocer cada detalle de este apartado, pinchar sobre todas
las palabras escritas en verde y subrayadas.
Cada grupo de nutrientes energéticos -glúcidos, lípidos o proteínas- tiene un
valor calórico diferente y más o menos uniforme en cada grupo. Para facilitar
los cálculos del valor energético de los alimentos se toman unos valores
estándar para cada grupo: un gramo de glúcidos o
de proteínas libera al quemarse unas cuatro
calorías, mientras que un gramo de grasa produce
nueve. De ahí que los alimentos ricos en grasa tengan un contenido energético
mucho mayor que los formados por glúcidos o proteínas. De hecho, toda la
energía que acumulamos en el organismo como reserva a largo plazo se almacena
en forma de grasas. Recordemos que no todos los alimentos que ingerimos se
queman para producir energía, sino que una parte de ellos se usan para
reconstruir las estructuras del organismo o facilitar las reacciones químicas
necesarias para el mantenimiento de la vida. Las vitaminas y
los minerales, así como los
oligoelementos, el agua y la fibra se consideran alimentos que no
aportan calorías.
COMO CALCULAR EL GASTO ENERGÉTICO
Las
necesidades de energía de cualquier ser vivo se calcula como la suma de varios
componentes.
A la energía requerida por el organismo en reposo absoluto y a temperatura constante
se le llama Tasa de Metabolismo Basal (TMB), que es la mínima energía que
necesitamos para mantenernos vivos.
Para
medir el metabolismo basal, la persona ha de estar en reposo físico y psíquico,
en ayunas de 12 horas y a una temperatura ambiente de 20 º.
Como
ejemplos de consumo basal más significativo esta el recambio celular
(constantemente mueren células que han de ser sustituidas), la formación de
sustancias como hormonas, jugos gástricos, etc. Los órganos no cesan su actividad: el corazón late las 24 horas del día,
el riñón no interrumpe la formación de orina, etc.
La
tasa metabólica depende de factores como el peso corporal, la relación entre
masa de tejido magro y graso, la superficie externa del cuerpo, el tipo de piel
o incluso la aclimatación a una determinada temperatura externa. Los niños
tienen tasas metabólicas muy altas (mayor relación entre superficie y masa
corporal), mientras que los ancianos la tienen más reducida. También es algo
más baja en las mujeres que en los hombres (mayor cantidad de grasa en la
piel). Por otro lado, si nos sometemos a una dieta pobre en calorías o a un
ayuno prolongado, el organismo hace descender notablemente la energía consumida
en reposo para hacer durar más tiempo las reservas energéticas disponibles,
pero si estamos sometidos a estrés, la actividad hormonal hace que el
metabolismo basal aumente
Si en vez de estar en reposo absoluto desarrollamos alguna actividad física,
nuestras necesidades energéticas aumentan. A este factor se le denomina
"energía consumida por el trabajo físico", y en situaciones extremas
puede alcanzar picos de hasta cincuenta veces la consumida en reposo.
La
siguiente tabla nos da una idea aproximada de en qué medida varía la energía
consumida, respecto a la tasa de metabolismo basal, en función de la actividad
física que realicemos:
Tipo de actividad
|
Coeficiente de variación
|
Kcal./hora (hombre
tipo)
|
Ejemplos de actividades físicas representativas
|
Reposo
|
TMB x 1
|
65
|
Durante el sueño, tendido (temperatura agradable)
|
Muy ligera
|
TMB x 1,5
|
98
|
Sentado o de pie (pintar, jugar cartas, tocar un instrumento,
navegar por Internet, etc.)
|
Ligera
|
TMB x 2,5
|
163
|
Caminar en llano a 4-
|
Moderada
|
TMB x 5
|
325
|
Marchar a
|
Intensa
|
TMB x 7
|
455
|
Correr a
|
Muy pesada
|
TMB x 15
|
1000
|
Subir escaleras a toda velocidad o atletismo de alta competición
|
Un último factor sería la energía
requerida para el mantenimiento de la temperatura corporal. En este concepto se
consume la mayor parte de la tasa de metabolismo basal, y cualquier variación
de la temperatura externa influye notablemente en nuestras necesidades
energéticas. Se calcula que en los trópicos (temperaturas medias mayores de
25º) el metabolismo basal disminuye un 10% aproximadamente.
ADELGAZAR SEGÚN EL GASTO CALÓRICO.
A
la hora de determinar por qué engordamos o adelgazamos, hemos de ir
forzosamente a ver cuántas kilocalorías ingerimos al día, éstas vienen dadas
por la cantidad y calidad de los alimentos. Debemos establecer una relación
entre lo que comemos y lo que gastamos para llegar al equilibrio.
Hemos
de tener en cuenta que cada persona es diferente porque no gastamos todos las
mismas calorías, esto depende de la actividad de cada uno y también de su
organismo, muchas veces nos hemos preguntado por qué de dos personas que comen
y trabajan de forma similar una engorda y la otra no, esto es debido al
metabolismo basal, que consiste en la energía que consume cada persona para
realizar sus funciones internas. Lo que nos encontramos habitualmente, es que
el gasto calórico de alguien que tiene una actividad física fuerte es mucho
mayor que el de una persona que trabaja sentado toda su jornada laboral, aunque
realicen las mismas horas de trabajo.
Es
importante conocer nuestro gasto calórico para comer conscientemente y sólo lo
que necesita nuestro cuerpo, si ingerimos más kilocalorías de las que
necesitamos por nuestra constitución y desgaste físico, engordaremos. Si lo que
queremos es perder peso, tendremos que disminuir el aporte de kilocalorías de
nuestra dieta o aumentar la actividad física.
Para ello debemos saber cuántas gasta nuestro cuerpo en un día en relación a
nuestra talla, peso y actividad habituales. Para averiguarlo, podemos aplicar
la siguiente fórmula:
Gasto Calórico Total =Factor
fijo x actividad física x Kg. de peso
En este caso, el
factor fijo es:
0,9 para las mujeres 1 para los hombres
- La actividad física
oscila entre:
BAJA: 30 - 35 Kilocalorías MEDIANA:40 - 50 kilocalorías FUERTE: 50 - 60 kilocalorías |
Si
decidimos adelgazar deberemos bajar el número de kilocalorías basándonos en lo
que gasta nuestro cuerpo diariamente, pero cuidado, porque hay un límite
importante que no hay que rebasar y que corresponde a las kilocalorías que
necesita nuestro cuerpo para realizar las funciones internas, lo que se
denomina el metabolismo basal, y que se puede obtener a partir de esta otra
fórmula:
Gasto para Metabolismo
Basal =
factor fijo x kg. de peso x 24 h.
- El factor 0.9 es
fijo para todo el mundo
|
Otros factores a tener en cuenta
A pesar de estas fórmulas, para calcular el gasto calórico, también tenemos que tener en cuenta las condiciones físicas de cada persona, su edad y el sexo. Lo que quiere decir que una persona sin variar de peso, puede variar su gasto calórico dependiendo de las condiciones en que se encuentre. Hay situaciones en las que aún manteniendo el mismo peso, tenemos un metabolismo basal mayor, por ejemplo:
A pesar de estas fórmulas, para calcular el gasto calórico, también tenemos que tener en cuenta las condiciones físicas de cada persona, su edad y el sexo. Lo que quiere decir que una persona sin variar de peso, puede variar su gasto calórico dependiendo de las condiciones en que se encuentre. Hay situaciones en las que aún manteniendo el mismo peso, tenemos un metabolismo basal mayor, por ejemplo:
Edad: el gasto calórico
es inversamente proporcional a la edad, es decir, cuanta más edad se tiene,
menos gasto requiere el organismo.
Talla: la altura también influye, las personas
más altas tienen un gasto más pequeño que las más bajas.
Situaciones
especiales: en el caso de
embarazo y periodo de lactancia en la mujer, situaciones de estrés,
enfermedades o fiebre, el metabolismo basal aumenta.
Deporte: las personas que hacen deporte, tienen
más masa muscular, y en consecuencia, se incrementa su gasto calórico.
Temperatura: incluso
puede influir la temperatura ambiental, en el caso de ambientes cálidos puede
bajar el metabolismo basal hasta un 10 % respecto a lugares con temperaturas
frías.
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